Bajo tierra Patagónica, un tesoro: llega el 1º Festival de trufas e invierno

En el corazón del paraje Mallín Ahogado, al norte de El Bolsón, un emprendimiento silencioso y persistente logró algo inusual: cultivar trufas negras, uno de los productos más valorados de la gastronomía mundial. Se trata de Trufas del Mallín, la chacra que dirige Adrián Piriz, pionero en truficultura en la Patagonia. Tras más de ocho años de trabajo bajo tierra, Piriz y su equipo celebran sus primeros frutos de invierno con una propuesta ambiciosa: el Primer Festival de la Trufa, que se realizará el sábado 9 de agosto, en la misma finca donde nacen estas joyas aromáticas.

“Queremos que la gente conozca qué es una trufa, cómo se produce, y sobre todo, que la pueda experimentar en su máxima expresión: en la cocina”, explica Piriz.

🍽️ Un festival gourmet en clave patagónica

La jornada, que se desarrollará de 13 a 16 horas, invita a vivir una experiencia sensorial completa. Comenzará con una visita guiada por la trufera, continuará con una charla educativa sobre el cultivo de trufas y cerrará con un almuerzo trufado por pasos, diseñado por el chef Pedro Martinet, que incluirá desde huevo a baja temperatura hasta cordero cocido 12 horas, todo coronado con el aroma envolvente de la Tuber melanosporum, la famosa trufa negra de invierno.

📍Lugar: Trufas del Mallín – Mallín Ahogado, El Bolsón
📅 Fecha: Sábado 9 de agosto
🕐 Horario: 13 a 16 hs
📞 Reservas: hasta el miércoles 6 de agosto
💰 Almuerzo trufado: $80.000
🍱 Viandas trufadas: $9.000 (clásica o vegana)

“La idea es abrir la tranquera y compartir lo que hacemos. Es un trabajo que llevó muchos años y que ahora está dando sus frutos, literalmente”, dice Adrián con una sonrisa.

🖤 ¿Qué es una trufa? ¿Y por qué se cultiva en El Bolsón?

Las trufas son hongos subterráneos micorrícicos, es decir, que crecen asociados a las raíces de ciertos árboles como el roble o el avellano. Requieren un suelo con pH específico, frío en invierno, y sobre todo, tiempo: entre 6 y 10 años desde la plantación hasta la primera cosecha. En Europa se recolectan en forma silvestre con ayuda de perros entrenados, pero en la Argentina el modelo es completamente de cultivo.

“La producción de trufas en la Patagonia combina condiciones ideales: suelos aptos, altitud, clima frío y productores que están dispuestos a esperar”, explica Piriz.

La chacra Trufas del Mallín es también un espacio de prácticas agroecológicas, de formación e intercambio. Reciben voluntarios, realizan actividades educativas y están en diálogo con cocineros que buscan integrar ingredientes de alto valor en propuestas locales.

🧑‍🍳 Cocina, paisaje y paciencia

En un país donde la trufa aún es un ingrediente casi exótico, el festival representa una oportunidad inédita para acercarse a este hongo de culto desde el origen. La experiencia propone una narrativa completa: de la raíz al plato, del productor al comensal.

“Queremos que la trufa deje de ser algo inaccesible. No solo es posible producirla en la Patagonia, sino también compartirla con quienes valoran la buena cocina y el trabajo de la tierra”, concluye Adrián.

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