¿Vas a hacer el guiso de lentejas o el locro, y no sabes cómo y por qué hay que remojar las legumbres.? La licenciada en Nutrición, Mariana Porro te explica todo lo que tenes que saber para que tu guiso salga perfecto.
Hay que remojar las legumbres en agua común, un mínimo de doce horas, e ir cambiando el agua de remojo cada tanto.
Esto sirve para que disminuyan los inhibidores enzimáticos de las legumbres, pasando estos al agua. Al eliminarlos, se pueden absorber mejor los nutrientes que contienen cada tipo de legumbre.
Además se ablandan, generando que sean más digeribles. También disminuye el tiempo de cocción, cuidando el producto, la economía y el ambiente.
Las legumbres aportan vitaminas del grupo B ( tiamina, niacina, B6 y ácido fólico), y minerales como calcio, magnesio, potasio, cinc, fósforo, y hierro.
Excepto la soja y el maní, las legumbres contienen poca grasa, en torno a un 3, de la que la mayor parte son ácidos grasos poliinsaturados y monoinsaturados.