“Olivos: Cocina y Cosecha” – Gastronomía con raíz rionegrina


San Antonio Oeste y Las Grutas serán sede de una jornada educativa y culinaria única, con estudiantes, cocineros y productores regionales. Una apuesta al conocimiento con sabor a territorio.

Hay jornadas que invitan a detenerse, a mirar el paisaje con otros ojos y a oler –literalmente– lo que la tierra tiene para ofrecer. El próximo 30 de mayo, San Antonio Oeste y Las Grutas serán escenario de una de esas experiencias: el Encuentro Educativo Gastronómico “OLIVOS: COCINA Y COSECHA”, una iniciativa de la Asociación Civil ENBHIGA que promete sembrar futuro con raíces bien rionegrinas.

La propuesta tiene una base clara y potente: reunir a estudiantes de gastronomía y agroecología de instituciones públicas de la provincia en torno a un eje común, el del conocimiento aplicado al territorio, con el aceite de oliva como protagonista. Pero no se trata solo de hablar de olivos: se trata de tocar la planta, conocer su proceso, probar su fruto, cocinar con él y compartirlo. En definitiva, aprender haciendo. Y si hay algo que saben bien quienes cocinan, es que las manos también piensan.

ENBHIGA, con su estilo inconfundible de tender puentes entre lo productivo, lo educativo y lo comunitario, lanza esta iniciativa con el acompañamiento clave de OLEOSAN, una de las principales productoras regionales de aceite de oliva. Su planta será uno de los puntos neurálgicos de la jornada: allí los y las estudiantes podrán conocer de primera mano cómo se elabora ese oro líquido que tanto valoramos en la cocina patagónica.

La actividad combinará intervenciones gastronómicas en vivo de cocineros y cocineras de toda la provincia –maestros de los sabores locales– con la participación activa de los estudiantes, que presentarán sus propias producciones. Recetas, técnicas, historias, ingredientes y saberes se mezclarán en un fogón simbólico que pone al saber popular y académico a cocinar juntos.

El programa incluye además una cosecha simbólica de olivos, de esas que sirven para conectar con lo esencial. Porque a veces, cosechar es también recoger historias, abrazar un paisaje, y sentir que el futuro se cocina acá nomás, en una olla compartida.

Habrá territorio, habrá cocina, habrá juventud y habrá ganas. En tiempos donde todo parece apurarse, este tipo de encuentros nos recuerdan que el conocimiento lleva su tiempo… como el buen aceite.

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