Fue a estudiar Ingeniero Agrónomo a La Plata, pero rápidamente se dio cuenta de que su destino y pasión iba por otro camino y se animó a ir por él. Comenzó a estudiar gastronomía, hizo una pasantía en Francia y se enamoró del paisaje de montaña. Sumó horas de vuelo en distintos restaurantes destacados de la corrdillera y hoy lleva adelante su propio proyecto “Casa Walüng” en San Martín de Los Andes.
Gonzalo nos cuenta, sus comienzos, la cocina que desarrolla, cómo en vivir en la corrdillera y si volverá a Viedma.
¿ Cómo te fuiste dando cuenta que la gastronomía era lo tuyo ?
En realidad me fui a La Plata a estudiar Agronomía, y fueron pasando cosas, luego empecé a hacer la carrera de gastronomía, hasta que en un momento me dediqué cien por ciento y dejé agronomía. Empecé a trabajar de esto en La Plata.
Siempre me gustó cocinar, logré sacarme el prejuicio o el miedo de como sería el día de mañana, por suerte salió bien.
¿Tuviste la oportunidad de ir a Europa a cocinar ?
Si, terminé la carrera en el año 2015 y me fui a hacer una pasantía de experiencia. Fui a Chamonix Mont Blanc que tiene paisaje de montaña, estuve casi un año. Una gran experiencia en todos los aspectos, fue buenísimo el laburo. Me tocó trabajar en un lugar muy chico, muy parecido a lo que hago ahora.
Me costó un poco porque me fui sin hablar inglés, sin hablar francés con el vocabulario mío de batalla de de la cocina. Los primeros meses medio duros, hasta para poder relacionarse y demás, pero la verdad que como toda la gente de montaña es bastante solidaria, buena es más fácil.
¿Cómo fue tu llegada a San Martín de los Andes ?
Viene a mediados del año 2019 y arranqué con un proyecto. Siempre me gustó mucho acá, el tema de la montaña, de la cordillera, particularmente San Martín y me lo puse como objetivo y me vine.
Me vine acompañado de mi pareja, nos vinimos a probar suerte y a buscar nuestro objetivo, y este año se pudo concretar. Hace unos meses pudimos abrir un restaurante chiquito a 1.200 metros de altura. Estamos ubicados a 20 km del centro de San Martín, es un desafío.
Tenemos una carta muy cortita, chiquita, reducida, ofrecemos los productos regionales con una pequeña “vueltita de tuerca”.
¿Actualmente te dedicas solamente a tu restaurante ?
Hoy en día estoy cien por ciento abocado “Casa Walüng.” Hacemos eventos privados, pero hoy me demanda mucho tiempo el proyecto. Por suerte, estamos trabajando muy bien, más allá del contexto del país en el que estamos pasando.
¿ Cuál es la propuesta de “Casa Walüng.”
Hacer una carta reducida, que vaya cambiando, tratamos de ir renovándola todos los meses, estar más en las atenciones, en dar otro tipo de producto final un poco más interesante, con más terminaciones.
Contamos con con las desventajas que estamos a 20 km del centro, claro, pero por suerte estamos trabajando bien.
Te podés encontrar con un plato con proteína vacuna o de cordero. Alguna pesca del día de la región. Tenemos una pasta y obviamente opciones vegetarianas o veganas.
¿Tenés pensado, en algún momento volver a Viedma?
La verdad que lo tuve pensando varias veces de ir para allá. Pero bueno, hoy en día estoy acá, la verdad que me gusta mucho la vida que tengo acá y me costaría volverme, pero sé que en algún momento vamos a volver para hacer algo allá algo chico. Tengo un proyecto con mi hermano, que, ojalá algún día se dé bien en la gastronomía viedmense .